PRESIDENTES

Julian Arana Irurita (1946-1949) y (1956)

Hombre de dinero y con gran reputación. Su primera etapa la vive en Tercera para luego coger al equipo en Segunda y fracasar.
Juán Ramón Cilleruelo (1951-1956)

Él y sus directivos se dejaron los cuartos por el equipo. No consiguió el ascenso a Primera y se marchó por la puerta de atrás.
Manuel Vieira Aguilar (1957-1960)

Coge al equipo cerca de la quiebra tras el 'crack' de Arana. Consiguió cerrar las cuentas con superavit por primera vez.
Francisco Márquez Veiga (1959-1969)

Dura once años y sanea al equipo en Segunda. Su penúltimo años lo vive en Tercera y se va tras la 'campaña perfecta'.
José Antonio Gutiérrez Trueba (1970-1974)

Presidente de relumbrón. Consigue hablar de ascender a primera, funda el Cádiz B y trae gente de renombre al club.
Vicente Alonso González (1975)

Apenas duró una temporada en el cargo. No supo continuar con el trabajo de su antecesor y fracasó en lo deportivo.
Manuel de Diego Moreno (1976-1977)

Logró llevar el equipo a la máxima categoría. Remató el trabajo de Gutiérrez Trueba y nunca recibió un merecido homenaje.
Manuel Irigoyen Roldán (1978-1993) y (1994-1995)

Ídolo del cadismo. Mantuvo al equipo ocho años en Primera y vivió la época dorada. Sus recursos eran interminables.
Rafael Garófano Sánchez (1993)

Hombre elegido por el Ayuntamiento de Cádiz para sustituir a Manuel Irigoyen. Primer mandatario de la etapa como S.A.
Juan Manuel González Díaz (1994)

Empresario del grupo de Jesús Gil. Su paso por el Cádiz fue fugaz y el equipo descendió a Segunda B, donde se quería regalar.
Manuel García Fernández (1995)

Mano derecha de Antonio Muñoz que devuelve el Cádiz a manos gaditanas. Un fracaso en lo deportivo.
Antonio Muñoz (1996-1998) y (2000 y 2011)

Presidente más longevo del cadismo. Pasó de héroe a villano por convertir el Cádiz en su principal empresa.
Rafael Mateo Alcántara (1998-2000)

Hombre de ADA, Rafale Mateo se dejó la piel por el Cádiz, pero el grupo y Fran Canal estafaron su buena fe.
Antonio Mendoza (2000-2001)

Creo una empresa ficticia con la que dirigía el club junto al nipón Masato Horita. Una estafa que duró unas semanas.
Arturo Baldasano (2008)

Llegó en verano a lo grande junto con Moisés Israel. Primero fue un bajón de azucar y luego huyó de la ciudad.

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